domingo, 14 de febrero de 2016

4.5 ESTABLECIMIENTO DEL DIAGNÓSTICO, PRONÓSTICO Y SUGERENCIAS DEL TRATAMIENTO.

ESTABLECIMIENTO DEL DIAGNÓSTICO, PRONÓSTICO Y SUGERENCIAS DEL TRATAMIENTO.


El diagnóstico psicológico es una evaluación que tiene como objetivo conocer mejor al consultante para determinar la posible existencia de alguna clase de trastorno. Es una herramienta para conocer la forma en que un sujeto se organiza y procesa la información que le llega del mundo exterior, la manera en que se valora. La evaluación concluye con un informe escrito que se comunica al paciente.
Para confeccionar el diagnóstico deben emplearse varias entrevistas en las que se conforma una ficha con los datos personales del consultante. Durante las entrevistas se observa al paciente y se le aplica una serie de técnicas proyectivas en las que se evalúa el estado emocional, la forma de relacionarse, la familia, los rasgos de la personalidad, entre otros.
El diagnóstico presuntivo aclara si existe un problema emocional o si hay evidencias de otras causas.

Se realiza un pronóstico sobre el tiempo que demandaría un posible tratamiento y el grado del trastorno.
Para la psicología, los trastornos emocionales son evidencia de una disfunción psicológica, biológica o comportamental.
Entre las técnicas proyectivas que se incluyen en el diagnóstico están: Test de Rorschach, Test de inteligencia, etc. Puede incluir además, pruebas neuropsicológicas para evaluar, localizar y medir algún problema psico-orgánico.

ETAPAS DEL DIAGNÓSTICO PSICOLÓGICO:
La evaluación psicológica implica una serie de etapas.
– Entrevista clínica
– aplicación de test psicológicos
– análisis de los resultados
– dictamen del análisis
– conclusión y comunicación al consultante.

El diagnóstico permite al psicólogo elaborar un plan de trabajo razonable y anticiparse a los posibles escollos que este plan pueda tener. Al diagnóstico inicial, le siguen diagnósticos procesales, los que se emplean para reevaluar el estado del paciente a lo largo del tratamiento.
El diagnóstico psicológico puede realizarse como un estudio técnico para quien lo solicite, o puede efectuarse como parte de una terapia, siendo el punto de partida de la misma, como instrumento imprescindible para decidir sobre el tipo de tratamiento idóneo para el caso.
El diagnóstico como parte del tratamiento puede ser realizado por un profesional distinto al que está a cargo del tratamiento.

PRONOSTICO:
Al término de la entrevista hay dos tareas que el profesional debe cumplimentar: elaborar hipótesis diagnósticas y establecer un pronóstico. Las hipótesis diagnósticas vienen formuladas en los términos que cada profesional entienda en función de su marco teórico. Se trata de dar coherencia a los datos del paciente, entablar relaciones de causa efecto, asociar síntomas con antecedentes y consecuentes, discriminar lo prioritario de lo secundario y contextualizar el caso en todas sus dimensiones posibles. Todas las lagunas, interrogantes, vacíos informativos, etc., que son importantes cubrir para la confirmación del diagnóstico conclusivo deben ser objeto de trabajo en nuevas sesiones. Por ello, al finalizar la primera entrevista el profesional puede prever qué exploración clínica será necesaria y las técnicas que deberá utilizar. Esto puede realizarse a través de un mapa conceptual que dé cuenta de la síntesis del proceso.

SUGERENCIAS DEL TRATAMIENTO:

El plan de tratamiento corresponde a la solución propuesta por el profesional para resolver las enfermedades o necesidades del paciente, según lo expuesto en el diagnóstico. Está compuesto por el conjunto de medidas o acciones lógicamente ordenadas para llevar al paciente a un adecuado equilibrio compatible con salud, y otorgarles una correcta rehabilitación según sus necesidades y expectativas.

En la formulación del plan de tratamiento deben ser considerados todos los antecedentes y exámenes empleados para la establecer el diagnostico, otorgándole al paciente diversas opciones terapéuticas. Es fundamental para el tratante otorgar múltiples opciones de tratamiento, desde tratamientos ideales (sin importar el costo económico), hasta modalidades terapéuticas, que solucionen problemas y necesidades señalados en el diagnóstico, a valores más accesibles según condición socioeconómica. Es así como esta relación de coherencia entre diagnóstico y plan de tratamiento debe ser respetada, ya que, el plan de tratamiento establece de forma ordenada y lógica la solución y rehabilitación de las condiciones y necesidades detectadas el paciente, velando por el equilibrio en un estado de salud ideal para el individuo en particular.

Por otra parte, al seleccionar el plan de tratamiento podemos establecer un pronóstico terapéutico, en el cual integraremos condiciones individuales del paciente, con proyecciones, avaladas por la evidencia científica, sobre la vida media y desempeño clínico de los elementos considerados en el plan terapéutico seleccionado. Es así, como a modo de ejemplo, es factible pronosticar la evolución de la condición periodontal de un paciente determinado, evaluando características generales y especificas del paciente, en complemento con las proyecciones de efectividad de los diversos tratamientos aplicables para su caso. Así como también, podemos señalar cuál es el promedio de vida de una resina o una amalgama, y cuáles son las principales causas de fracaso. Todo lo anterior nos permite darle al paciente una aproximación a mediano y largo plazo sobre los resultados esperados del tratamiento, y sobre las indicaciones y citaciones a controles necesarias para preservar su condición oral en equilibrio con los patrones de salud.


INTEGRANTES DEL EQUIPO


-Garcia Aguilar Dulce Paulina
-Avila Vazquez Ruth Patricia 
-Blancas Vera Brenda Sthefany
-Ruiz Lopez Aracely 
-Martin de Jesus

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