ESTABLECIMIENTO DEL DIAGNÓSTICO,
PRONÓSTICO Y SUGERENCIAS DEL TRATAMIENTO.
El
diagnóstico psicológico es una evaluación que tiene como objetivo conocer mejor
al consultante para determinar la posible existencia de alguna clase de
trastorno. Es una herramienta para conocer la forma en que un sujeto se
organiza y procesa la información que le llega del mundo exterior, la manera en
que se valora. La evaluación concluye con un informe escrito que se comunica al
paciente.
Para
confeccionar el diagnóstico deben emplearse varias entrevistas en las que se
conforma una ficha con los datos personales del consultante. Durante las
entrevistas se observa al paciente y se le aplica una serie de técnicas
proyectivas en las que se evalúa el estado emocional, la forma de relacionarse,
la familia, los rasgos de la personalidad, entre otros.
El
diagnóstico presuntivo aclara si existe un problema emocional o si hay
evidencias de otras causas.
Se
realiza un pronóstico sobre el tiempo que demandaría un posible tratamiento y
el grado del trastorno.
Para la
psicología, los trastornos emocionales son evidencia de una disfunción
psicológica, biológica o comportamental.
Entre las
técnicas proyectivas que se incluyen en el diagnóstico están: Test de
Rorschach, Test de inteligencia, etc. Puede incluir además, pruebas
neuropsicológicas para evaluar, localizar y medir algún problema
psico-orgánico.
ETAPAS DEL DIAGNÓSTICO PSICOLÓGICO:
La
evaluación psicológica implica una serie de etapas.
– Entrevista clínica
– aplicación de test psicológicos
– análisis de los resultados
– dictamen del análisis
– conclusión y comunicación al consultante.
– Entrevista clínica
– aplicación de test psicológicos
– análisis de los resultados
– dictamen del análisis
– conclusión y comunicación al consultante.
El
diagnóstico permite al psicólogo elaborar un plan de trabajo razonable y
anticiparse a los posibles escollos que este plan pueda tener. Al diagnóstico
inicial, le siguen diagnósticos procesales, los que se emplean para reevaluar
el estado del paciente a lo largo del tratamiento.
El
diagnóstico psicológico puede realizarse como un estudio técnico para quien lo
solicite, o puede efectuarse como parte de una terapia, siendo el punto de
partida de la misma, como instrumento imprescindible para decidir sobre el tipo
de tratamiento idóneo para el caso.
El
diagnóstico como parte del tratamiento puede ser realizado por un profesional
distinto al que está a cargo del tratamiento.
PRONOSTICO:
Al término de la entrevista
hay dos tareas que el profesional debe cumplimentar: elaborar hipótesis
diagnósticas y establecer un pronóstico. Las hipótesis diagnósticas vienen
formuladas en los términos que cada profesional entienda en función de su marco
teórico. Se trata de dar coherencia a los datos del paciente, entablar
relaciones de causa efecto, asociar síntomas con antecedentes y consecuentes,
discriminar lo prioritario de lo secundario y contextualizar el caso en todas
sus dimensiones posibles. Todas las lagunas, interrogantes, vacíos
informativos, etc., que son importantes cubrir para la confirmación del
diagnóstico conclusivo deben ser objeto de trabajo en nuevas sesiones. Por
ello, al finalizar la primera entrevista el profesional puede prever qué
exploración clínica será necesaria y las técnicas que deberá utilizar. Esto
puede realizarse a través de un mapa conceptual que dé cuenta de la síntesis
del proceso.
SUGERENCIAS DEL TRATAMIENTO:
El plan de tratamiento corresponde a la solución
propuesta por el profesional para resolver las enfermedades o necesidades del
paciente, según lo expuesto en el diagnóstico. Está compuesto por el conjunto
de medidas o acciones lógicamente ordenadas para llevar al paciente a un
adecuado equilibrio compatible con salud, y otorgarles una correcta
rehabilitación según sus necesidades y expectativas.
En la formulación del plan
de tratamiento deben ser considerados todos los antecedentes y exámenes
empleados para la establecer el diagnostico, otorgándole al paciente diversas
opciones terapéuticas. Es fundamental para el tratante otorgar múltiples
opciones de tratamiento, desde tratamientos ideales (sin importar el costo
económico), hasta modalidades terapéuticas, que solucionen problemas y
necesidades señalados en el diagnóstico, a valores más accesibles según
condición socioeconómica. Es así como esta relación de coherencia entre
diagnóstico y plan de tratamiento debe ser respetada, ya que, el plan de
tratamiento establece de forma ordenada y lógica la solución y rehabilitación
de las condiciones y necesidades detectadas el paciente, velando por el
equilibrio en un estado de salud ideal para el individuo en particular.
Por otra parte, al
seleccionar el plan de tratamiento podemos establecer un pronóstico
terapéutico, en el cual integraremos condiciones individuales del paciente, con
proyecciones, avaladas por la evidencia científica, sobre la vida media y
desempeño clínico de los elementos considerados en el plan terapéutico
seleccionado. Es así, como a modo de ejemplo, es factible pronosticar la
evolución de la condición periodontal de un paciente determinado, evaluando
características generales y especificas del paciente, en complemento con las
proyecciones de efectividad de los diversos tratamientos aplicables para su
caso. Así como también, podemos señalar cuál es el promedio de vida de una
resina o una amalgama, y cuáles son las principales causas de fracaso. Todo lo
anterior nos permite darle al paciente una aproximación a mediano y largo plazo
sobre los resultados esperados del tratamiento, y sobre las indicaciones y
citaciones a controles necesarias para preservar su condición oral en
equilibrio con los patrones de salud.
INTEGRANTES DEL EQUIPO
-Garcia Aguilar Dulce Paulina
-Avila Vazquez Ruth Patricia
-Blancas Vera Brenda Sthefany
-Ruiz Lopez Aracely
-Martin de Jesus
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